miércoles, 11 de febrero de 2009

El tesoro

Pequeño cuarzo, hombre de marfil,
tallado en un terrenos hostiles
donde se apoderan de ti las tormentas insensatas,
golpeando y trizando aquellos bordes de
de sin igual aspecto,
tú matices se reflejan el ocaso
del arcoiris , que se ofrece para acudir
como un espejo a la linda tarea
de mostrar lo magistral de tus colores.

Te repose en entre mis manos
con un calor subliminal,
a ver si resultaba la táctica de ofrecer
lo mejor de mí ,
hubiéramos construido un telón
de abismos ocultos ,
que ni el mejor de los expertos en lenguas
podría haber descifrado,
nuestro peculiar idioma ,
la estadía en el cobijo del sudor
patentado entre mis dedos por
tenerte cerca se ha ido
y con esto la gloriosa
tenencia de la hermosa piedra.

1 comentario:

  1. Un poema muy interesante, con un léxico muy variado y bonito. Gracias por pasar por el blog, ire leyendo el tuyo y comentandote espero hagas lo mismo.

    ánimo y un saludo

    ResponderEliminar

Rastros