...

Excusas baratas me dijo una amiga
o cosquillas nerviosas que me hacen actuar como una loca ?

No sé jugar contigo
no sé como abrazarte
no puedo ni debo confundirte
o confundirme?

no resisto mirarte y saber que tu también lo haces
no puedo ni debo
pero no lo consigo...

La confusión llega hasta mis palabras
pero así es,
ayer en la madrugada cuando sonó mi teléfono
descubrí que me desconciertas
o no?
y este es un juego creado para distracción,
ya no lo sé!
pero lo que si tengo certeza
es que tus abrazos me gustan,
que tu ternura es parecida a la mía
agradezco tus dulces,
tus hojas invadidas por el lindo otoño
e incluso cuando me sacas de quicio...
yo acabo de decir eso

¿Qué me pasa?

respuestas , sí necesito respuestas
las estrellas de la noche anterior me aconsejaron,
para mutar en un papel en blanco
todavía no lo logró y la querida confusión

ha cuestionado la labor de los cosmos...

Prefiero quedarme pequeñita y acostada
en un diálogo donde pueda escribir
mis interrogantes
y compartir mi oscuro rincón
con la confusión.

(Invadida de extrañeza como una niña avergonzada)

No lo sé !

Después de tanto , me siento a intrusear en mi
encantada con el cigarrillo pendiente del día
y el frío que se asoma por mi ventana,
me invade la nada ,
pero la nada en preguntas,
en un interrogatorio,
es que me fascina los por qué !
entonces...
Por qué ? , si las estrellas hoy me invitaban a danzar
con el humo del eco frustrado de mi andar,
me reconozco de esta manera
qué pasó que entre el lápiz y el papel
encamine mi incapacidad de volar,
qué paso ?
qué es lo que no pude percibir,
la debilidad de mis plumas, mis manotasos inquietos ...
qué ?,
qué me falto aprender ,
cuál fue mi error para aterrizar así ,
Qué?
por la cresta! ¿qué?
si ni las flores me sonríen ahora
si camino con la madrugada cabizbaja
si lo único que hago es sentarme a calentar la mente
si pudiera saber lo que me sucede...




Mañana saldré a contar lágrimas en un asiento
me alegraré si el perfume del otoño
me regala respuestas
y como dice una canción
me regala un vestido y un amor.


Aún sabiendo que al final nadie me asegurará el por qué ,
y así permaneceré sabiendo que
solo sé que nada sé (Descartes)