lunes, 1 de marzo de 2010

Sal en mi pecera?

Quizás te pedí en mi círculo de sal

quizás soñé anoche repetitivamente contigo

quizás busque sonidos para pronunciar tu nombre

quizás de los pesares ya no te quiera

quizás no es mi deseo tomar tus brazos,

los mismos que descubrí en la oscuridad de la tristeza

hay mucho sintaxis en los quizás

y poco archivo de las pasiones en mi pequeña máquina,

es imposible no pecar de incrédula

me cuesta decirlo con un gesto enorme,

como la boca de mi pez.

Me encantaría contar la historia de aquel pez

maravilloso por sus colores

pero tan inoportuno,

maldecido y apartado de la acuarela de colores

lloro por ese pequeño pez,

su reflejo se parece tez mulata

autóctonos de la mala fortuna

y encerrados por cometer un crimen.

Rastros